Descubre cuatro consejos que mantendrán sus escaparate frescos, llamativos y lo que es más importante, atractivos para los clientes.
1. Tenga un tema y cree lo inesperado
Los productos que se encuentran dispersos al azar no recibirán mucha atención de los clientes. Desarrolle un diseño básico antes de comenzar a vender. El plan no tiene que ser muy detallado, solo asegúrese de tener una visión general de su escaparate y haga una lista de todo lo que necesitará para que suceda.
Puede elegir mostrar el producto por color, tipo de producto, función, etc. Cada una de estas opciones tiene sus beneficios específicos, pero asegúrese de que el tema que elijas sea obvio para los compradores.
Otra forma de exhibir productos es de una manera que les dé a las personas una idea de cómo podrían usar los artículos en su propia casa. Esto lo puedes hacer incorporando objetos cotidianos de la casa, como paraguas, libros, cuadros, etc.
Sorprenda a sus clientes con accesorios únicos y llamativos, ¡pero tenga cuidado de no excederse! Si su producto comienza a perderse y no se puede distinguir fácilmente, evite demasiados accesorios abarrotando el escaparate.
Detenga a los compradores en seco creando algo inesperado, como un jardín en miniatura plantado en una maleta vieja, un sombrero vintage o incluso encima de un mueble antiguo.
Dos excelentes formas de llamar la atención de los clientes son con un susurro o con un grito. Resalte un producto con un “susurro” separándolo o destacándolo, como lo haría un joyero con un collar de diamantes.
Mostrar solo un collar en una caja de metacrilato (ver ejemplos de cajas de metacrilato aqui, también expositores de joyería )con un fondo oscuro hace que el artículo parezca especial, y puede apostar que los clientes están intrigados. Un “grito”, como un escenario completo con colores llamativos y una gran cantidad de producto, es otra forma de atraer a los clientes y aumentar la conciencia sobre un producto.
Ya sea que “susurres” o “grites”, comprométete a hacerlo; cualquier cosa intermedia corre el riesgo de ser pasada por alto por los clientes.
En nuestra próxima entrada del blog os daremos nuestro segundo consejo, va sobre cómo crear un punto de enfoque.