El trato continuo y la interacción con elementos externos son dos de los factores típicos que contribuyen a que nuestros soportes de metacrilato se ensucien rápidamente. La limpieza es una tarea fundamental para mantener esa apariencia impecable que imita a la del vidrio y que, con o sin color, le brinda llamativo a nuestros productos. Si ha llegado el momento de limpiar tus soportes pequeños y no sabes por dónde empezar, aquí te dejamos una guía práctica con consejos para hacerlo de la mejor manera.
Comienza por eliminar el polvo
Al tratarse de superficies pequeñas, es normal que te cuestiones sobre cuál es el mejor método de limpieza. Una recomendación útil para los expositores de metacrilato pequeños, es quitar el polvo con una toalla seca para que este no se adhiera una vez que humedezcamos la superficie. Para aquellos soportes con separaciones pequeñas, como los usado en negocios de bisutería o maquillaje, opta por utilizar un dedal de tela fina para llegar a los rincones.
El mejor método de limpieza
Una vez que hayas eliminado el polvo, el siguiente paso es deshacerte de las manchas o marcas grabadas en el metacrilato producto de los múltiples factores externos que suelen contribuir a la suciedad. Para ello, puedes usar un paño o toalla húmeda con detergente neutro (ya sea en polvo o líquido). Es importante asegurarnos de frotar bien cada parte y luego usar una toalla sin detergente para quitar el exceso y lograr un acabado brillante.
Otra forma efectiva de limpiar nuestros soportes de metacrilato, es sumergiendo la pieza completa en agua con detergente. Podemos dejar actuar la solución por unos minutos y luego proceder a enjuagar. Una toalla seca bastará para quitar el sobrante de agua y darle una apariencia impecable.
Mantenimiento constante
Sin duda, el secreto para evitar el deterioro prematuro de nuestros expositores, y de cualquier complemento decorativo en general, es el cuidado continuo. Al evitar la acumulación de suciedad nos estaremos ahorrando montones de tiempo y esfuerzo. Por lo tanto, intenta quitar el polvo y residuos de cualquier sustancia constantemente. Dale brillo a las superficies y reorganiza tus productos en el soporte cada poco para que este se mantenga en buen estado. ¡Recuerda que es lo primero que tus clientes verán!